15 de abril de 2009

La foto corresponde a un bajorrelieve del palacio de Persepolis y muestra sus dos constructores principales, Dario y Jerjes.
El dibujo de la entrada anterior, que representa a
Jerejes, es una recreación artística seguramente inspirada por el bajorrelieve.

9 de abril de 2009

LA PERSONALIDAD DE JERJES


,Jerjes, rey de Persia desde el 486 hasta el 465 a.C., fracasó en su ambicioso proyecto de expansión de su Imperio hacia el continente europeo. La derrota de su flota en Salamina (480 a.C.) frente a las fuerzas griegas mandadas por el lacedemonio Euribides y el ateniense Temístocles, el verdadero estratega, marcó el derrotero de las Guerras Médicas que venían enfrentando a persas (medos) y griegos, en beneficio de estos últimos.
En el año 472 el trágico Esquilo estreno la tragedia “Los Persas”.
la obra cuenta como fue el enfrentamiento entre griegos y persas, en lo que se conoce como” Guerras Médicas” y de la derrota sufrida por Jerjes y su poderoso ejército. La acción tiene lugar en el palacio de jerjes.El gra rey es caracterizado como un hombre impetuoso y dictatorial cuyo orgullo y ambicion llevaron a los persas al desastre
En uno de los fracmentos de la obra (linea 230 - 245) la Reina Atossa, esposa de Dario y madre de Jerjes, interroga al consejo de los ancianos sobre el devenir de la expedición, puesto que ha tenido un sueño que anticipa el desastre. La presencia de Jerjes esta referida con las palabras de la reina , que dice de el que es ambicioso, con “el deseo de querer asolar la tierra de Jonia “y el querer conquistar para al reino, a la ciudad de Atenas. Más adelante le tilda de omnipotente y soberano , al decir “ mi hijo , en su empresa, llegaría a ser el más admirado de los hombres, más no porque se viere vencido , tendría él que dar cuenta de sus hechos a sus vasallos, y una vez a salvo, lo mismo que antes reinaría en estas tierras”. Es decir, ya se anticipa que aún vencido seguiría reinando. La llegada del mensajero que trae la noticia de todos los muertos habidos y las derrotas sufridas, así como que Jerjes, vive y ve la luz del día, nos revelan otras características del personaje: Es soberbio y vengativo, así lo dicen estas frases, que cuenta le dijo a sus soldados: “Porque si los helenos, por cualquier camino que se os oculte, escapan de la ruina que los amenaza, todos vosotros pagareis con vuestras cabezas”. Es un mal estratega al oír los consejos del enemigo (un soldado heleno) y no recelar del engaño y mandar a sus tropas a quedarse dentro de la bahía, rodeando la isla de Ajax, dónde fueron cruelmente masacradas por los griegos y sus aliados. Al sufrir la derrota Jerjes sólo sabe lanzar agudos gemidos lastimeros, mandar a retirar las tropas y él mismo “se pone en desordenada fuga.” La frase de Atossa: “Amarga venganza tomó mi hijo de la famosa Atenas “, corrobora el carácter vengativo y cobarde de Jerjes. A pesar de que la culpa de la derrota cae sobre Jerjes, (“Jerjes los perdió, Jerjes lo entregó todo imprudentemente a las naves…”), es decir, es apático e ineficiente a la hora de llevar a buen término las empresas conquistadoras para el imperio; en todo el texto de la obra es una constante el atribuir a la mala fortuna, el destino (Heimarmene) o a los dioses, todos los males que aquejan a los persas y a su derrotado ejército. Hay una persistente justificación que hace tanto Atossa, como Darío, (su sombra) de las imprudentes acciones de Jerjes, atribuyéndolas a los consejos de funestos hombres y al cumplimiento de los oráculos, así como a su juventud. La prudencia de Darío lleva a pedir a los ancianos que amonesten a Jerjes con sabios consejos para que deponga su arrogante audacia y no pecar contra los dioses. Pero también sugiere a Atossa y aquí actúa como padre, que lo reciba a su regreso con consuelo y dulces palabras para que calme su dolor y cobre ánimos. La enseñanza es que Jerjes es orgulloso e impetuoso y es derrotado como castigo a sus pecados, su orgullo ofende a los dioses. Su desmesura, (Hibrys) provoca la derrota. La figura de Jerjes, sólo aparece hablando en forma directa en la parte final de la obra, para lamentarse y es entonces que de boca propia se nos presenta débil e indeciso: “¿Qué haré? ¡Miserable!. Mi cuerpo desfallece, me faltan las fuerzas…” En relación a cómo siente Jerjes el dolor, el de este personaje es un dolor lastimero, quejoso. Se rasga las vestiduras al contemplar la derrota, desde la colina dónde estaba su improvisado trono. Un dolor que lo hace infeliz pero que piensa proviene de la triste suerte, y dela crueldad de la fortuna y que arrastra a todo el pueblo persa. Es un dolor que se transforma en un mal, es un dolor expiatorio, ya que se transfiere a otros (los deudos de los muertos, el pueblo persa). Este dolor degrada a quien lo sufre. Jerjes considera su dolor como un castigo (de la suerte y de los dioses) y hubiera deseado que al igual que los esforzados varones que perecieron, a él también le hubiesen sepultado en las sombras fatales de la muerte. Se queja y lamenta de haber nacido para ruina de la tierra de sus padres y que la fortuna se mudó contra él. Jerjes evade su responsabilidad y culpa a otros de su desgracia. Así culpa a Ares, de haberse puesto de parte de los jonios; culpa a los dioses de haberles enviados esos desastres inesperados; a la fortuna y a la calamidad. El rey de un imperio autocrático no podía admitir su culpa en la derrota. Al final de la obra la despedida lastimera de Jerjes, pidiéndole al coro que lo acompañe en su desgracia con lloros, lágrimas, clamores, ayes, pasos lentos de luto; nos lo presenta abatido, destrozado, vencido por el dolor. Un despojo.